viernes, 8 de mayo de 2015

Comentario de texto: EL HOMBRE (Juan Rulfo)

     
      Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno o, simplemente, Juan Rulfo (Apulco, Jalisco, 1917 - Ciudad de México, 1986), es el autor del relato corto que nos disponemos a analizar esta vez: El hombre (1953). Juan Rulfo ha sido siempre considerado uno de los literatos más importantes del llamado boom latinoamericano (surgido en la literatura de estos países latinoamericanos alrededor de la década de los 60). La transcendencia de su obra se debe principalmente a un recopilatorio de relatos publicado en 1953 (y en que se encuentra El hombre): El llano en llamas, y a la novela corta Pedro Páramo (1955).
Gran conocedor de la literatura latinoamericana precedente y de los grandes autores internacionales de esta disciplina, son reconocidos como sus principales influencias los escritores existencialistas franceses J.P. Sartre y Albert Camus, el teatro del absurdo de Samuel Beckett, y el movimiento surrealista, (principalmente la obra de Dalí, Tanguy y Breton).
      Su literatura está muy marcada por la revolución mexicana, en medio de la que pasa los primeros 30 años de su vida, el tema de la frontera México-EE.UU., la violencia mexicana y del mundo rural, en general. La carga experiencial que guardan los textos de Rulfo es muy elevada. Se aprecia en su lectura su sabiduría popular acerca de las historias y cuentos de la tierra y pueblos mejicanos, que él adaptaría libremente, con un carácter fantasmagórico y onírico muy propio de su obra.
Lo más importante, quizá, en la literatura rulfiana es el protagonismo otorgado al paisaje, a La Tierra. Se distinguen siempre en sus relatos dos planos en la descripción: el terrenal y el personal. Imagen existencial del espacio, descrito normalmente de un modo casi dantesco. En Rulfo es necesario conocer los tres temas que siempre toca en sus obras: la novela indigenista, la novela de la tierra y la novela de la revolución.

     El hombre es un relato corto inscrito dentro del libro recopilatorio El llano en llamas, publicado en 1953 y que guardaba 15 relatos del mismo estilo y extensión similar (en 1970, con la publicación de una segunda edición, se añaden dos relatos: El día del derrumbe y La herencia de Matilde Arcángel).
         
En El hombre un hombre persigue a José Alcancía para matarlo. Alcancía es perseguido por la masacre de la familia Urquidi, acto que ha cometido al asumir la venganza del asesinato de su hermano. Es perseguido precisamente por el asesino de su hermano, padre de la familia exterminada. José Alcancía cae, al final, víctima de su perseguidor, en una emboscada frente a un río.
En la parte final del relato se presenta la relación dada por un borreguero a una persona identificada como “señor licenciado” en la que relata su encuentro con el perseguido y cómo lo ayudó durante algunos días para descubrirlo posteriormente muerto a la orilla del río.

      El punto de vista en este relato se bifurca en dos narradores, uno en la primera mitad y el otro en la segunda, divididos estos dos segmentos del relato por una división formal (un doble espaciado). Primero, el narrador es extradiegético y omnisciente, mostrando un punto de vista objetivo sobre los personajes y el terreno, descrito de un modo muy detallista:
"El hombre caminó apoyándose en los callos de sus talones, raspando las piedras con las uñas de sus pies, rasguñándose los brazos, deteniéndose en cada horizonte para medir su fin (...)"

Esta indeterminación en el punto de vista, que en la primera parte es de lo más impreciso, sirve al autor para desorientar al lector que en el principio del relato no puede comprender aun lo que sucede, quién lo narra, y quién es cada personaje y donde está.
La información, siempre justa en los relatos de Juan Rulfo, se racionaliza para ir mostrando paso a paso la realidad final del cuento. Solo podemos comprenderlo del todo al final, que se revelan las incognitas. Hablamos únicamente de la trama y sucesos del relato, ya que este escrito esconde mucho subtexto por medio de metáforas y demás recursos literarios seleccionados minuciosamente por el de Jalisco, convirtiendo el cuento en un poema en prosa en ciertos puntos.
"El cielo estaba tranquilo allá arriba, quieto, trasluciendo sus nubes entre la silueta de los palos guajes, sin hojas. No era tiempo de hojas. Era ese tiempo seco y roñoso de espinas y de espigas secas y silvestres".
     En cuanto a la linealidad temporal del relato, hay que saber que no sigue un orden cronológico. Los relatos de los dos personajes, que suceden en momentos distintos, son narrados al mismo tiempo. Da la impresión que el perseguidor sigue a José Alcancía a escasos metros, cuando en realidad  le lleva días de ventaja. Esto lo sabemos por las inclusiones, en la primera mitad del relato, de los pensamientos del perseguidor. Éste actúa casi como un detective, describiendo los pasos y acciones de su víctima, y reflexionando sobre el futuro de ambos y quien tiene la culpa.
Este uso desordenado del tiempo y la polifonía de voces en la narración da una sensación de angustia que cumple una función primordial en la cabeza del lector para el tema y tratamiento que da a este relato tan oscuro.

      Los temas tratados en el relato son la violencia en la vida rural, la venganza, la tierra como contenedor activo de los sucesos, las tradiciones y costumbres mejicanas. La violencia en la vida rural mexicana es un tema que toca de muy cerca la vida de Juan Rulfo, y que está fuertemente relacionado con las consecuencias de la revolución mexicana. El asesinato y la venganza es tratado del modo más crudo posible; los dos personajes la comprenden como necesaria y sin vuelta atrás, que las cosas se hacen así y hay que pagar por los pecados cometidos. El costumbrismo mexicano y las antiguas tradiciones muy arraigadas a la religión y la fé.
Definitivamente, todo esto enmarcado dentro de un máximo rulfiano que es la descripción existencialista de La Tierra como espacio dantesco y macabro al que estamos, innegablemente, destinados a permanecer; la vida y la muerte son secundarios, la tierra siempre va a ser el todo (la propia tierra pero también el purgatorio).

La novela de La Tierra de Juan Rulfo es un elemento muy característico y la cual describe con detallismo que asombra, acercándose a prácticas casi cinematográficas en cuanto a las distancias y tamaños que podríamos describir y ver en los distintos planos de una película. Puede hablarnos de un enormísimo llano árido visto desde las alturas o de cómo una gota de sudor cae al suelo y forma un charco, levantando motas de polvo.


Esta filosofía existencialista sobre el terreno físico y La Tierra se corresponde con la manera de escribir de Juan Rulfo en la que deja en la ambiguedad el tiempo y la oralidad, mostrando todo como un único momento y una única voz, una voz plural.


martes, 5 de mayo de 2015

La cara oculta del cine español y el posthumor van de la mano.

      A raíz de mi entrada sobre Searching for Meritxell y una nueva indagación a fondo sobre toda esta corriente de cine posthumorístico español y todos estos artistas de la comedia que conviven en Internet, he decidido hacer una nueva entrada en el blog más general acerca de los cineastas y cómicos más notables en este término y tan poco conocidos por la masa.

De izquierda a derecha: Nacho Vigalondo, Jordi Costa y Joaquín Reyes, en una mesa redonda en Gijón sobre el "posthumor y la comedia de combate.

      Jordi Costa, crítico cinematográfico para el periódico El País y para la revista de cine Fotogramas, escritor y autor de once libros publicados desde 1998 hasta ahora. Se ha especializado en un cine más alternativo y arriesgado, y en el mundo del cómic.
El experto en cine y amplio conocedor de la historia y los subgéneros de la comedia, acuñó por vez primera el término posthumor hace algunos años refiriéndose a:

«la comedia donde la obtención de la risa ya no es la primera prioridad. Es un humor que puede primar la incomodidad, el malestar por encima de otras cosas. Puede servir para hacer comentarios sociales, políticos o puramente filosóficos…».

Son muchos los nombres que se me vienen a la cabeza a la hora de abordar este tema. Directores de cine, cómicos, dibujantes de cómic, ciertos festivales y eventos relacionados... He seguido bastante de cerca los trabajos de la mayoría y es muy gratificante saber lo cerca que están de ti tus referentes.

   Situándonos un año atrás aproximadamente, el inicio del proyecto del canal de la TDT Calle 13 #Littlesecretfilm creo que fue de los movimientos cinematográficos más importantes de los últimos años a nivel innovación. Este proyecto consistía en que 13 cineastas y personalidades relacionadas con el mundo del cine (pero que no habían realizado un largometraje) debían hacer un thriller de una hora con un presupuesto mínimo (en ningún caso superó los 2.000 €), rodada a lo largo de 24 horas a lo sumo, con un equipo técnico y artístico de 13 personas, y que no podía recurrir a ningún tipo de publicidad ni promoción hasta el día de su estreno en Calle 13.
De entre los 13 seleccionados salieron nombres como David Sainz, creador de la web-serie Malviviendo, que junto con su equipo de confianza rodó la sorprendente Obra 67 (más que recomendada). Los Venga Monjas tuvieron la oportunidad de hacer algo muy grande, pero terminaron haciendo un mediometraje, que si bien rebosa frescura e ingenio, queda en segundo plano frente a muchos de sus sketches: Detective Deketto. El director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya (Festival de Sitges), Ángel Sala, defraudó mucho con su desesperante y pedante Nunca he estado en Poughkeepsie. Jordi Costa, Borja Crespo y Manuel Bartual fueron otros de los seleccionados más destacados.

     Por mencionar otro evento cinematográfico imprescindible para comprender la naturaleza y estilo de estos autores de los que hablo, es necesario conocer algunos de los típicos nombres del Jameson Notodofilmfest, el festival de cortometrajes a través de Internet por excelencia.
Figuras importantes y comunes en el Notodo son Nacho Vigalondo, Javier Fesser, Carlos Vermut, David Pareja y Alejandro Pérez, de los que hablaremos luego.

   A continuación, incluiré un comentario por cada artista, cómico o cineasta que considero imprescindible visionar si te interesa el tema.
  • Los Chanantes
       A la hora de hablar de posthumor en España lo primero que se le debe venir a la cabeza de la mayoría son los, apodados involuntariamente por ellos mismos, Chanantes. Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Julián López, Raúl Cimas y Carlos Areces a la cabeza de la maquinaria, han creado los programas de sketches más genuinos del panorama televisivo español reciente: La Hora Chanante y Muchachada Nui, así como la sit-com alternativa Museo Coconut. Los tres programas han cosechado un triunfo en el público devastador, pero no sólo eso. Los Chanantes en solitario también han llenado salas y teatros con sus monólogos para Paramount Comedy y El Club de la Comedia, entre otros espacios. 
Nacho Vigalondo dijo una vez sobre el posthumor que tal vez solo sea una excusa para contar chistes malos. Lo cierto es que la banda de chanantes son el claro ejemplo de esto, y de la capacidad de reirnos de lo patético y triste. Su humor es tan personal e inimitable que me resulta muy complicado sacar un análisis o crítica más elaborada. Por otro lado, no necesitan demasiada presentación. Mejor ved unos vídeos ilustrativos.

Me llaman conejo.
Es uno de los cortos más absurdos y redondos cómicamente hablando de este colectivo, para Muchachada Nui.

Testimonios (Agatha Ruiz de la Prada).
Quizá una de los espacios que hicieron más popular La Hora Chanante fue el Testimonios. Esas parodias de imitaciones de personalidades y celebrities (como se renombró a este apartado en Muchachada Nui) resultó muy eficaz. No eran imitaciones, eran parodias de una imitación mala y ridícula, con la misma voz siempre. Esto fue algo inédito en televisión y se ha convertido en uno de los espacios de la televisión en España más recordados y reídos.

Un plagio (Museo Coconut).
Finalmente, su último paso por televisión en conjunto (a espera del estreno de Retorno a Lilifor, programa al estilo Muchachada Nui y La Hora Chanante que estrenarán en Neox): Museo Coconut. Esta peculiar serie ambientada en un museo de arte moderno pone de más paletos que la gente corriente, al director y empleados de este museo, a parte de los artistas y gente que lo frecuenta. Las situaciones que se crean siguen la estética y planteamiento de sus anteriores programas, pero adaptado al formato sit-com. Aquí os dejo un ejemplo de lo que fue esta serie:
  • Los Pioneros del siglo XXI
Colectivo de cineastas y cómicos procedente de Barcelona, formado por Carlo Padial, Didac Alcaraz y Carlos de Diego, como titulares del equipo creativo. Estos quizá sean el grupo más experimental de todos; su humor se basa en la incomodidad, pretende no gustar, romper expectativas, burlarse de la propia burla, ofender directamente a quién no se ría. Son pioneros al fin y al cabo. 

Son más conocidos por su falso programa Go, Ibiza, go!, presentado por un hipnóticamente perverso Didac Alcaraz, normalmente acompañado por un artista invitado. Parodia del típico magazine de actualidad fallido, del modo más sórdido posible, y que poca gente aguanta a ver entero del tirón.
Aquí el primer programa:

Al igual que con Burnin' Percebes, los Pioneros tienen un sin fin de vídeos locos de los que es muy dificil elegir uno. Lo que si conviene mencionar son los dos largometrajes que ya tienen en su haber este grupo de cineastas: Mi loco erasmus (2012) y Taller Capuchoc (2014).

Trailer de Mi loco erasmus:

  • Burnin' Percebes
Los que firman Searching for Meritxell han conseguido la mayor parte de su reconocimiento gracias al apoyo de Venga Monjas, a quienes se les podría nombrar de padrinos artíticos de esta pareja más jóven de cómicos. Como bien dijeron en el coloquio posterior a la proyección de SFM, no se consideran youtubers (título que directamente he obviado en este artículo por lo ridículo de las "creaciones" de los llamados youtubers, muy distinto a lo que hacen Burnin' Percebes), han publicado todo su trabajo en Youtube y lo consideran el mejor medio de publicitarse y de que se consuman sus contenidos, pero aspiran a hacer películas y estrenarlas en salas "de un modo más convencional".

Salvaje Garrido (2012).
Mi favorito, sin duda. Otra colaboración con Miguel Noguera en un recopilatorio de 20 videos muy cortos, con la misma premisa (Un hombre de traje -Noguera- está frente al ordenador y llama a su amigo Garrido). Solamente veanlo.

Ventura Time (webserie; desde 2013)
Podría seguir poniendo videos y videos de la Burnin', pero prefiero mostraros su otra faceta como animadores (y autores en su conjunto) de la webserie Ventura Time. Al más puro estilo chanante, Burnin' Percebes hacen capítulos de no más de dos minutos protagonizados por el matrimonio Collblanc, una pareja de ancianos que tiene un video blog y cuenta sus batallitas. Surrealismo, humor absurdo y escatológico parece el terreno marcado de este tandem, y en Ventura Time está la prueba de ello:
 

  • Carlos Vermut
El director de Magical Girl y Diamond Flash, del cual a día de hoy hace falta poca presentación, ha colaborado con muchos de los nombres que comentamos aquí. Está muy presente en todo este mundo underground del cine low cost y el posthumor. Muy cercano al trabajo de Venga Monjas, Miguel Noguera, David Pareja y Juan Cavestany, entre otros, ha rodado previamente a su última película un cortometraje para los Venga Monjas (que posteriormente añadiré) que obtuvo un gran éxito dentro del público del dúo barcelonés. Pero lo que le catapultó a ser una de las figuras más importantes del cine low cost fue el cortometraje con el que ganó el Gran Premio del Jurado en el Jameson Notodofilmfest 2007: Maquetas

  • Juan Cavestany
Importante es mencionar la figura del director de cine independiente más cercano al posthumor y consagrado por su última película "Gente en sitios" (2013), Juan Cavestany. No soy para nada defensorr de Gente en sitios, la que me pareció una película sin demasiada gracia, con gags repetitivos y para nada nuevos; no me atrevería si quiera a afirmar que juega a reirse de lo incómodo y de los chistes sin gracia, es más, tiene una pretensión de imitar a los Chanantes o a Los Vengas Monjas, entre otros, que no resulta para nada efectiva (en mi caso). Quizá la única gracia que le encuentro es la desmitificación del costumbrismo español, pero sin profundidad alguna.

Por otro lado, puedo entender que Cavestany sea un referente fundamental en este sector del audiovisual español, por lo que tampoco me parecería apropiado olvidarlo. Ha colaborado con los Venga Monjas, Carlos Vermut y Los pioneros del siglo XXI, entre otros.
Dejo para el que no la conozca, el trailer de Gente en sitios:


  • Alejandro Pérez
El cineasta que posiblemente más haya bebido de su paso por el Jameson Notodofilmfest año tras año. Allí conoció a Nacho Vigalondo, quien no dudó en proponerle trabajo, convirtiéndose en fijo en el equipo del nominado al Oscar al mejor cortometraje (7:35 de la mañana; 2003).
Todos sus cortometraje me parecen de lo más originales, son rápidos, graciosos y reflexivos.  Juega con el meta-cine y los relatos superpuestos por capas y capas de realidad, desconcertando y fascinando al mismo tiempo. Destacaría dos de ellos:

Un cortometraje de Alejandro Pérez (2009).
La profunda voz de Jose Luis Gil serpentea a modo de narrador omnipresente y personaje que desconoce la trama, al mismo tiempo. El (falso) autorretrato de Alejandro Pérez, un cineasta en potencia que sueña con escribir una película, reflexiona sobre la crisis del artista combinando la comedia y la tragedia a partes iguales.

Estramonio (2007)
Este micrometraje a modo de falso documental, representa a la perfección el cómo serían los documentales en un futuro post-apocalíptico en el que no hay tiempo para largas explicaciones; cada frase nueva que oímos nos desconcierta y nos lleva hasta un final fantástico, pero que resuelve todas las incógnitas. El juego con el fuera de campo, lo que hay detrás del operador de cámara (siempre tan misterioso en el género de documental), es la pieza que falta en el puzzle de Estramonio. Muy recomendable y de consumo rápido.

  • David Pareja
Muy frecuente también en los videos de Venga Monjas, este actor y director barcelonés ha sido finalista del Notodofilmfest en varias ocasiones con sus cortometrajes dirigidos, y algunos protagonizados, por él. De temática muy diversa, suele optar por el humor negro e incómodo.
El cortometraje obtuvo más reconocimiento fue Mirada Perdida, estrenado en 2010 y siendo finalista del certamen ya mencionado. Es mejor verlo que contarlo, pues es tan breve y sorprendente que merece infinitamente la pena sus 3 minutos de visionado. Aquí no hay comedia, hay crudeza contada a modo de cine experimental.

El segundo cortometraje que os muestro de David Pareja es más cercano a su estilo, con el y su mano derecha Javier Botet como protagonistas de este corto que es un plano-secuencia que juega magistralmente con el fuera de campo dentro de una historia costumbrista de humor negro. Recomendadísimo: Enfermo (2013).


  • Canódromo Abandonado.
Puede que algo más desligado de toda esta familia de realizadores, Canódromo Abandonado son Julián Génisson, Lorena Iglesias y Aaron Rux, tres cineastas en potencia que hacen vídeos experimentales cargados de humor negro y filosofía. Dejan mal cuerpo, hacen gracia y te hacen pensar, a partes iguales. Es una propuesta de lo más innovadora, pero no de fácil consumo.
Julián Gennison es la cara conocida (dentro de lo que cabe) de este grupo. Es, de los tres, el que más sale en los videos y con el que cuentan algunos de estos realizadores de los que hablamos. Aprovechándose de su peculiar expresión facial, Gennison es el figurante fetiche de Carlos Vermut (como ejemplo más conocido), saliendo en una escena de Magical Girl.

He aquí la obra de Canódromo Abandonado que más me ha impactado, Adultos lascivos:
#1

#2

Canódromo Abandonado estrenó también un largometraje minimalista de bajo presupuesto:
La tumba de Bruce Lee (2013). 


  • Venga Monjas
El dúo cómico barcelonés ya no necesita presentación. Solamente añado, para finalizar la entrada, alguno de sus vídeos más potentes.

Para empezar a abrir boca, y que veaís como todos estos amiguetes colaboran entre sí, un cortometraje escrito y dirigido por Carlos Vermut en el que también salen Juan Cavestany, Dídac Alcaraz y Julián Génisson. Es uno de los "Venga Monjas directed by..." que el año pasado fueron recopilados y estrenados en DVD. Corto que se hace largo y pesado para algunos, pero que no deja indiferente. Humor negro sin censura. DON PEPE POPI (2012):

Seguidamente, otro de los directed by..., esta vez de la mano de Nestor F., dibujante de cómics y amigo del dúo en cuestión. En esta pequeña joyita del absurdo están implicados también David Pareja y Javier Botet, como archienemigos al más puro estilo Power Rangers. Con todos ustedes, STRACOMB TOPE DE FUERTE (2012):

Finalizo con la que es para mi la perla primigenia de los Venga Monjas. Haciendo un trío perfecto con Miguel Noguera, estrenaron este cortometraje/sketch absurdo/video de youtube sin fundamento, hará ya 6 años. No me siento capacitado para hacer ningún comentario al respecto de esto, solo es que es de las veces que más me he reído en mi vida. PANTALONES DE COMUNIÓN:



«Quizá el posthumor sea simplemente la «tortilla deconstruida» del humor. En ella se encuentran los ingredientes de la tortilla, sabe a tortilla, pero la manera de cocinarla y percibirla por los sentidos, además del entorno en que se sirve, es diferente a la de una clásica tortilla. Eso sí, suponemos que el objetivo final es que esté muy rica».
- Miguel Iríbar, en "El posthumor, la tortilla deconstruida de la risa" (Jotdown.es)

martes, 24 de marzo de 2015

Comentario de Texto: LEJANA (Julio Cortázar)

       Julio Florencio Cortázar (Bruselas, 1914 - París, 1984), escritor e intelectual argentino-francés, es considerado una de las figuras más influyentes de la historia de la literatura latinoamericana. Su obra, notablemente influida por autores como Jean Cocteau y Jorge Luis Borges, es de un estilo personalísimo e innovador.
Se especializa la narración breve y se convierte en uno de los maestros del realto corto. Sin embargo, el escritor tiene obras más extensas entre las que encontramos su obra maestra: “Rayuela” (1963), con dos líneas de lectura posibles. Aunque nunca fue su terreno, también experimentó en alguna ocasión con la poesía en prosa (prosa breve) en obras como “Historias de cronopios y famas” (1962), recopilatorio mixto de cuentos y poesías.

       De padres argentinos, nace junto con la Primera Guerra Mundial. Finalizada la contienda es llevado a Argentina. Cursa los estudios de letras y magisterio y comienza su actividad literaria. En esta primera etapa publica un libro de cuentos, en 1951, que sigue siendo hoy referente primordial en la obra de Cortázar: Bestiario (en el que se encuentra el relato que hoy analizamos, Lejana).
Ese mismo año Cortázar regresa a Europa y hace de París su residencia. En la década de 1960, Julio Cortázar se convierte en uno de los autores más importantes de la nueva ola literaria hispanoamericana: el conocido “Boom”, en el que destacan Juan Rulfo, Gabriel García Márquez o su compatriota Jorge Luis Borges, ente otros.

       La literatura de Cortázar se sostiene por medio del existencialismo. Las reflexiones y planteamientos que el autor expone por medio de su narrativa ahondan en una búsqueda del sentido de la vida y todas esas preocupaciones relacionadas con la incertidumbre que nos surgen a todos en algún momento. Su narrativa constituye un permanente cuestionamiento de la razón y de los esquemas convencionales de pensamiento.
Los juegos con el azar y los instintos, así como las rupturas espacio-temporales, son unos de los recursos que Cortázar emplea en muchos de sus relatos para hacer hincapié en esta idea de incertidumbre ante la existencia humana. Por medio de esto, el lector abandona su punto de vista y puede ser partícipe de más de uno.
Las fronteras nunca desveladas entre lo fantástico y lo real es otro de los temas más comunes en su obra; éste, directamente sucesor de la práctica borgiana. La aparición de lo fantástico en la vida cotidiana muestra precisamente la abismal complejidad de lo "real". Un submundo fantástico en parte alimentado por la literatura fantástica precedente y por la mitología clásica, y en parte imaginado por Cortázar.

Lejana (Bestiario; 1951).

       Centrándonos en el relato que venimos a analizar y comentar, esta idea de la fusión entre el mundo cotidiano y el fantástico que aplica Cortázar en su literatura se ve expresada por medio de una dualidad (indescifrable a simple vista) en la protagonista del relato.
Alina Reyes registra en su diario personal sus vivencias, pero también sus ideas y fantasías internas. Alina vive en Buenos Aires, pero habla sobre una “lejana” mujer que no conoce y que vive en Budapest. La protagonista fantasea con esta desconocida, que Alina considera muy distinta a ella, y habla de tiempos futuros y supuestos encuentros con ella.

       El relato, escrito a modo de diario o crónica ordenada linealmente por días, está narrado en primera persona con un vocabulario particular y característico de una narración personal. A pesar de esto, la narración se confunde con una tercera persona que realmente es la misma que la primera, el mismo personaje que en ocasiones toma la personalidad de esta mujer desconocida que realmente es ella en otro lugar y tiempo.
El cuento, como la obra de Cortázar en general, guarda unos recursos vanguardísticos que tildan el texto de experimental. La ambigüedad como estrategia narrativa. El autor juega con el lector por medio de la personalidad desequilibrada de la protagonista, que escribe en este diario cronológico tan enigmático. Cortázar despista con una trama que avanza en pocos días, pero que realmente habla de un periodo mucho más largo o incluso de la fantasía intemporal de la imaginación de la protagonista.
Esta figura de la lejana no es otra cosa que una dualidad de su persona, que está en proceso de tránsito. Este cambio en su vida y en su personalidad está relacionado con su matrimonio, apunto de realizarse. Habla de una mujer que sufre mucho por su marido, que le pega, y por la que siente cierta  empatía. Se puede entender por esto que Alina predice su vida futura, triste y sola, con marido que no le quiere.

Es curioso, en relación con su marido, que mencione desde este presente incierto:
“Pobre Luis María, qué idiota casarse conmigo. No sabe lo que se echa encima.”
Esto podríamos relacionarlo con este futuro amargo para Alina que, por un lado, ella misma no controla, solo siente un lazo muy fuerte con esta lejana sin saber muy bien por qué. Por otro lado, la condición personal de Alina, obligada a casarse y que recurre a un diario personal para desahogarse, nos indica un posible sarcasmo referido a la autocrítica de su persona, con poco autoestima y castigada emocionalmente.
El cambio de identidad que se produce en Alina se irá manifestando de manera inconsciente e incluso a través del propio lenguaje: “porque soy yo y le pegan”. Dado por hecho esto, solo podemos considerar que en este juego en el que converge fantasía y realidad, y se confunden en el testimonio de la protagonista, todo parte de una intemporalidad. Un estado mental único de Alina que no pertenece realmente a dos historias o dos personajes, si no a un sentimiento no comprendido relacionado con una crisis existencial.

       Es importante mencionar la figura del puente, que está “antes o después” de la plaza. Esta imagen, muy recurrente en la obra del autor, es una metáfora referida a un proceso de tránsito o de evolución de una persona, o el paso de la realidad a la fantasía. En Lejana, el relato finaliza con ese proceso de fusión entre estas dos verdades: Alina y la lejana, Alina inconsciente y Alina consciente, realidad y fantasía. Este encuentro entre Alina y la lejana sucede de forma casi casual e inconsciente por parte de la protagonista, que siente por impulso que debe “intercambiarse” por ella, dándose un fuerte abrazo y continuando en direcciones opuestas.
A nivel narrativo es muy desconcertante el que esta última parte del relato en que se concluye la historia, que deja de ser el diario contado por la narración en primera persona de la propia protagonista, sino que pasa a ser el relato de un narrador omnisciente. Del punto de vista subjetivo de este personaje tan caótico o un punto de vista objetivo, de calma y comprensión para el lector. Este cambio de focalización hace que ya no sea Alina la que nos cuenta acerca de la mendiga y el frio de Budapest, sino que ahora es una 3ra persona objetiva el que nos hace saber los hechos y pone en crisis lo que teníamos por cierto, eliminando la idea de que todo es imaginación de Alina.

       Algunos escritores y analistas han dado la explicación de esto haciendo referencia a la figura del Deppelgänger: una criatura mítica que posee un doble, como un gemelo pero cuyas personalidades son contrarias. También hay un caso de bipolaridad donde hay dos personas dentro de una, conocido como un trastorno de personalidad. El doble (la lejana) está en el desdoblamiento entre primera y tercera persona y en la antítesis entre Alina Reyes y la lejana, donde se muestra a la protagonista como una mujer rica y, por otro lado, a la lejana como una mendiga.
Hay otras formas referidas a esta dualidad que se van dando en el cuento. Por ejemplo, en el lenguaje, con los juegos de palabras y de idiomas que hace Alina como pasatiempo en su diario. Los anagramas, palíndromas e intertextos que encontramos en el relato, son el recurso preciso para expresar esto:
“A veces sé que tiene frio, que sufre, que le pegan. Puedo solamente odiarla tanto, aborrecer las manos que la tiran al suelo y también a ella, a ella todavía más porque le pegan, porque soy yo y le pegan”.
       El Lenguaje en Lejana es complejo, indirecto, a se presentan gran cantidad de metáforas y símbolos, así como el uso de la elipsis. Hay hechos que no se encuentran explícitos, hay que interpretarlos. El Léxico es preciso, presenta como campo semántico: sufrimiento (sufrir, pegar, aborrecer, herido), desesperación (correr, aullar, morder, etc.), entre otros. Nos narra de una manera detallada los hechos. Dicho esto, la reiteración es evidente en el relato. En cuanto al campo morfo-sintáctico, utiliza gran cantidad de adjetivos y muchos adverbios para describir.

       Como conclusión a este comentario crítico del relato corto de Julio Cortázar, Lejana, vale la pena reflexionar acerca de la imagen del doble, de la dualidad en la mente de las personas. El doble es aquella persona que buscamos para llenar el vacío existencial que toda persona sufre en algún momento dado. Nuestra imaginación vuela y mantenemos conversaciones internas con otro yo que nos aconseja, nos apoya y nos machaca emocionalmente. En el relato, Alina sufre a la par que la lejana (que situamos en un plano fantástico), para hacer frente de algún modo a sus problemas personales. Hasta que no asume del todo las carencias y realidades de su vida, no consigue avanzar.

La idea del doble o personalidad propia desconocida está introducida en el relato con una sutileza en la narración abismal. Nos confundimos y tropezamos a la par que Aline, hasta que al final, esa voz objetiva nos pone en perspectiva de la situación, que no controlábamos.

En cuanto a aspectos formales del texto, estos elementos como la ambigüedad, focalización y uso de elementos narrativos divergentes son utilizados para crear y caracterizar al doble de Alina y para crear la duda acerca de su existencia. El modo en que el lector permanece desconcertado a lo largo de toda la narración en primera persona sitúa a este receptor como una pieza más del puzzle de la protagonista, que no sabe quién es quién: ¿yo, Alina, la mendiga?


Dailos Cabrera Castro.

viernes, 20 de marzo de 2015

Qué difícil es ser un Dios (Aleksei German; 2013)


- DIRECCIÓN: Aleksei German
- GUION: Aleksei German, Sventlana Karmalita (Novela: Arkadiy Strugatskiy, Boris Strugatskiy)
- FOTOGRAFÍA: Vladimir Ilin, Yuri Klimenko
- REPARTO: Leonid YarmolnikAleksandr Ilyin Jr.Yuriy TsuriloYevgeni GerchakovAleksandr ChutkoOleg BotinDmitri VladimirovLaura LauriPyotr Merkuryev.

      Aleksei German, el cineasta ruso por excelencia en cuanto a la visión anárquica de su cine, autor de películas tan interesantes como Control en los caminos (1971) y Mi amigo Ivan Lapshin (1984); fallecía en febrero de 2013, con su próxima película aun por estrenarse. 

      Qué difícil es ser un Dios (Трудно быть богом) es la colosal pieza cinematográfica que ha dejado póstumamente Aleksei German, quien empezó a trabajar sobre ella a finales de los 90'. El rodaje empezó en el año 2000 y hasta 2013 no comenzó la post-producción. Sin haberse terminado el último periodo de trabajo en el filme, Aleksei German muere a los 74 años sin llegar a poder ver el montaje final de la obra maestra en la que trabajó más de 14 años.

      Tuve la suerte de ver esta película el pasado 12 de marzo en la Cineteca del Matadero de Madrid, en un pase único en las salas españolas a falta de confirmarse su estreno en nuestros cines. El evento ocurrió de la mano de los redactores de la revista Caiman Cuadernos de Cine, dentro de un espacio dedicado a "Los Imprescindibles de Caiman". En cuanto a la polémica con toda la mitología de la película y la muerte de su director, decía el crítico y redactor de la revista Javier H. Estrada (que presentó la película): "Se ha convertido en una de las grandes tragedias de la historia del cine".

Unos científicos son enviados al planeta Arkanar, donde la civilización se ha quedado estancada en lo más oscuro de la Edad Media. Es una tierra sucia y brutal, donde uno de los investigadores es tomado por el hijo ilegítimo de Dios. Estéticamente adombrosa, Trudno Byt' bogom es la épica adaptación de la novela de los hermanos Strugatski, rodada y montada a lo largo de más de una década.
(FILMAFFINITY)


      Hard to be a god es una película única. Algo que no se había llegado a hacer, ni de lejos. El ejercicio de ver el filme es un muy sufrido descenso a los infiernos más crudos que pudo vivir La Tierra en el medievo, enmarcado en la ciencia ficción más controvertida. 
      El detallismo extremo de la puesta en escena es asombroso, no paran de pasar cosas ni en un solo segundo. La angustia y la náusea que producen los claustrofóbicos escenarios de la película se contradicen con la sutileza y armoniosidad del lenguaje cinematográfico que maneja German, dándole matices de belleza a un relato en pro de la decadencia. 
    Quizá lo más que impresiona a simple vista es esa demencia de los habitantes de Arkanar, reducidos a seres impulsivos, desequilibrados, y totalmente analfabetos y carentes de sentimientos (o incluso moral). Las miradas puntuales al espectador por parte de estos seres primitivos (rara vez por los personajes terrícolas) complace a esta idea de sumergirse en la miseria y horror de este particular infierno; hacer partícipe al espectador hasta el punto de que quiera darse una ducha y volverse tan loco como lo hace el protagonista. 
      El ritmo visual que tiene Hard to be a god es algo que no deja a nadie indiferente. Las imágenes sobrecargadas, con elementos móviles, coreografías de personajes de lo más complejas, la incorporación del (pseudo) plano subjetivo, etc., hacen de esta película una apabullante obra plástica con una riqueza, por otro lado, de texturas y una composición de planos rigurosísima. Los planos, que duran minutos y minutos, se van deslizando entre la mugre y los desconcertados personajes, cambiando de tamaño y de composición, de un modo hipnótico a la par que incómodo.

      En la otra cara de la moneda, me es necesario puntualizar un factor negativo para la película, que se convierte en un infierno para el espectador.
Un lastre muy grande que pienso que tiene esta película es su larga duración (177 minutos) y la casi ausencia de trama. Se parte de una premisa y se mueve a lo largo de ella, mostrando la vida en este planeta y lo horroroso que resulta todo. Entiendo la idea de conducir a la incomodidad y el desagrado ante las imágenes de Hard to be a god, recreándose en la claustrofobia y lo escatológico, siendo cada vez más oscuro y lento, buscando esa catarsis del espectador. 
A mi parecer, disfruté bastante de la película, pero bien es cierto que un gran número de personas fue abandonando sus butacas progresivamente a lo largo de las tres horas que duró ese infierno que yo sufrí pero comprendí (a nivel fílmico), y ese infierno que fue para otros.
      Dicho esto, considero un valor objetivo que hay que tener en cuenta el que no avance a buen ritmo una trama. Es muy complicado que una película tan larga atrape y convenza al público, no obstante el riesgo es estimulante y placentero para el cineasta, y más tratándose de Aleksei German, quién hizo películas sin ningún tipo de escrúpulos, ni importarle opiniones del Estado, el público o la crítica. Por el lado del espectador, también puede resultar muy placentero y estimulante el encontrar una pieza de este calibre o con un tratamiento y un carácter tan particular y agresivo.



Dailos Cabrera Castro.

lunes, 16 de marzo de 2015

El Público, ópera bajo la arena.


      Voy a hacer esta entrada desde un gran desconocimiento de la disciplina teatral y operística, tampoco tengo avanzados conocimientos en el campo del surrealismo, y solo podré analizar a fondo esta obra desde un punto de vista estético y musical.

      Federico García Lorca, nacido en Granada (1898-1936), especializado en el campo de la poesía y el teatro, es considerado hoy día como uno de los autores literarios españoles más importantes del siglo XX (si no, el más). 
Centrándonos en su faceta de dramaturgo, que nos concierne más para el comentario de esta obra, Lorca tiene a sus espaldas obras tan trascendentales para la literatura española como Bodas de Sangre (1933), Yerma (1934) y La Casa de Bernarda Alba (1936), que forman una trilogía gitana, y que, junto con El Público, conforman las obras cumbres de la dramaturgia lorquiana.

      El Público (1930) fue la obra más polémica de Lorca, quien afirmaba que era irrepresentable, que no estaba hecha para escenificarse dadas las dificultades técnicas que supondría y surrealismo omnipresente en el texto. Es uno de los textos más misteriosos del teatro contemporáneo; repleto de elementos oníricos, referencias homosexuales, símbolos con significados duales, crítica casi directa a la Iglesia, una estructura no aristotélica sin ninguna ordenación temporal.

Un director planea y prepara la representación de un teatro convencional sobre la arena, pero deseando realizar una adaptación alternativa de Romeo y Julieta, bajo la arena. Pretende sustituir, en secreto, a Julieta por un hombre. Esto se descubre y se forma una revolución.

      Esta sería una breve sinopsis del texto de Lorca, que en esencia es muy simple, pero que el resultado final de los símbolos, la representación del mundo onírico y la autofiguración hacen de él un texto de lo más complejo y enigmático.

En cambio, la ópera representada en el Teatro Real de Madrid, estrenada a nivel mundial, es una adaptación libre que recurre más a los elementos sonoros y musicales que dormían en las páginas del libreto de García Lorca. Escrita por Andrés Ibañez y compuesta musicalmente por Mauricio Sotelo, la ópera respeta la esencia e ideas principales del libreto, pero con una serie de reformulaciones a nivel estético y estructural que le dan mayor ritmo al conjunto de la obra.

      Tengo que afirmar, penosamente, que no he sido capaz de comprender del todo la obra. Eso sí, mi sensación de principio a fin, fue de auténtico acongoje y excitación. 

      El prólogo del pastor bobo y sus máscaras es el primer reclamo al público (nosotros, las máscaras), que nos intimida desafiándonos a participar en la obra, pues nosotros formamos parte de ella, y que no nos enteramos.
Tras esta potente y sugerente introducción, los tres primero cuadros de la ópera ("El biombo", "La ruina" y "El teatro bajo la arena") son de una ininterrumpida épica surrealista, con un apoyo musical impresionante de la orquesta internacional Klangforum Wien y del coro titular del Teatro Real. 
      
El arreglo musical de Mauricio Sotelo es el justamente apropiado para El Público, que si no era obvio ya en el texto lorquiano, las raíces flamencas se ven mucho más marcadas por el canto y baile de los caballos, aquí representados directamente como hombres (o casi Drag Queens gitanos).
      
      Al finalizar el tercer cuadro de la ópera, y con el alcance del clímax de la obra en el baile de los trajes vacíos, cae el telón y se proyecta un cortometraje mudo, algo insólito en ópera, según me comentaron. En fragmento fílmico, se explica en cierto modo todo lo que ha sucedido en la obra hasta el momento, sin salirse del marco surrealista y onírico, y sin ser una pieza meramente didáctica, cumple esa función.
      Sube el telón y, "La revolución". El público enmudece al verse reflejado en dos inmensos espejos enfocados hacia ellos. Este es el reclamo para el público más potente y evidente que aparece en la ópera; en un momento dado, se golpea en la cara del público anonadado con un grandioso gong situado en el palco real y fugazmente iluminado, reflejándose en los grandes espejos.
En escena, un Gonzalo como Jesucristo. La apoteosis desordenada que sucede en este cuadro es verdaderamente impactante e, incluso, incomoda.
      Finalmente, todo regresa al principio en el último cuadro ("El Frío"). El director hace pasar al público, reforzando la idea del eterno retorno y de los elementos circulares, muy presentes en toda la obra.


      Finalizo mi entrada sobre esta representación libre de El Público, de Federico García Lorca, con una serie de frases muy interesantes sobre el surrealismo, ese movimiento artístico que aun creo falta tanto por investigar.

  • André Breton definía así el manifiesto surrealista:

"Automatismo psíquico puro a través del cual se pretende expresar, tanto de palabra como por escrito o por cualquier otro modo, el auténtico funcionamiento del pensamiento".

  • La belleza surrealista:

"Bello como el encuentro casual de una máquina de coser y un paraguas en una mesa de operaciones".

  • Guillaume Apollinaire, sobre el surrealismo, en Las tetas de Tiresias (estrenada en 1917):
"Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna".


Dailos Cabrera Castro.

jueves, 12 de marzo de 2015

SEARCHING FOR MERITXELL y la hipermodernidad del cine low cost español.

Searching for Meritxell (Burnin' Percebes; 2015)


      Searching for Meritxell es el estreno en (casi) largometraje de los cineastas barceloneses Burnin' Percebes, que presentaron en su ciudad el mes pasado y que este pasado viernes 6 de marzo hicieron en la Cineteca del Matadero de Madrid, donde pude disfrutarla. 
Tras la proyección de la película tuvo lugar un coloquio con los creadores del filme, Xavier Daura de Venga Monjas (actor en Searching for Meritxell), David Pareja (co-protagonista de la película) y Carlos Vermut (ganador de la Concha de Oro y Concha de Plata de San Sebastian por Magical Girl). 
Durante el coloquio, se proyectó en primicia el nuevo sketch de Venga Monjas, que aun no han publicado en Internet: The Room, el cual puedo valorar de pobre e insuficiente para los que son líderes de la vanguardia del humor en Internet, pero que despertó risas en la sala (lo cual no es fácil).

      Juan y Nando (Burnin' Percebes) son un dúo apadrinado por los Venga Monjas que, en clave de comedia, frecuenta youtube con sus cortometrajes experimentales cargados de humor absurdo y su webserie de animación al más puro estilo Adult Swim, parodiando la ya mítica Hora de Aventuras: Ventura Time (que ha logrado un público fijo y reconocimiento a pequeña escala).
Han rodado y presentado otras propuestas similares a Searching for Meritxell, siempre con la firma absurda del humor catalán que se lleva haciendo los últimos años en Youtube (Venga Monjas, Haciendo la mierda, Loulogio, etc.). 

Juan (Juan González) se encuentra perdido en una espiral de sexo, canibalismo e internet. Paula (Paula Ribó), su compañera de piso, Andrea (David Pareja), su conexión con el mundo real, y su obsesión con desmantelar una red de canibalismo serán los encargados de frenar su camino hacia una misteriosa Meritxell. Ópera prima del colectivo Burnin' Percebes, una pareja de cineastas catalanes que hace un cine de bajo presupuesto formado por diálogos improvisados y humor corrosivo, en este caso una comedia romántica donde no aparece la chica.
(FILMAFFINITY)

  Como es común en la práctica del cine low cost español de hoy en día, la película, de no más de 50 minutos de metraje, fue rodada en 11 calmados días repartidos a lo largo de un año; nadie tenía sueldo en el equipo, un equipo de amigos que se hacían favores a otros.

Dentro del mundillo del cine low cost español se suelen ver las mismas caras. De esta vanguardia barcelonesa de cineastas y cómicos en su mayoría, en Searching for Meritxell se pueden encontrar en su reparto a Juan González (mitad de Burnin' Percebes), al dúo cómico Venga Monjas, David Pareja (actor frecuente de Venga Monjas y de Pioneros del Siglo XXI), Miguel Noguera (ya a nivel de cameo) y un largo etcétera de nombres comunes entre estas producciones.

El evento del Matadero parecía una alfombra roja de la cara oculta del cine español, que venía a presenciar el último título de su desestructurada industria (a su favor). A parte de los titulares del coloquio, se pudieron ver allí caras conocidas como Miguel Esteban: cómico y guionista de El fin de la comedia (la costumbrista y ácida serie de Ignatius Farray, estrenada el pasado año por el canal de TDT Comedy Central), y de títulos tan conocidos como Museo Coconut y, más recientemente, el programa de LaSexta, El Intermedio. El cineasta Alejandro Pérez también acudió a la cita; quizá menos conocido, Alejandro Pérez ha trabajo en los efectos de todas la películas de Nacho Vigalondo, así como creando el videojuego de la película; a parte, ha escrito y dirigido cortometrajes bastante mencionados en el festival de cortos por antonomasia de todos estos realizadores: el Jameson NotodoFilmFest.

      Si tuviera que poner un ejemplo de una película que representara de un modo más claro el modernismo y el modo de hacer cine con una caligrafía, una trama y una simbología muy propia de la actualidad, esa sería Searching for Meritxell.
El trabajo presentado por Burnin' Percebes es el culmen de la postmodernidad, que ya ha logrado desbordarse del todo, dando paso a una hipermodernidad que se apoya en elementos únicos de nuestra actualidad, creando un relato únicamente disponible en su lectura para una generación. La generación de Internet, de los videos de Youtube, los nuevos formatos de consumo hiper-rápido como los Gifs o Vine, etc.
SFM tiene todo lo bueno de Internet y se aprovecha de lo malo de ello. Las mil y una referencias a la juventud actual son el motor de la trama, que no se termina por resolver. Incluso, llega a dar la sensación de que todo el filme es como una introducción. En general, se percibe una atmósfera de lo más extraña e incómoda, que no facilita el disfrute del espectador poco familiarizado con este lenguaje.

Meritxell, el engranaje central de la película, es un personaje prácticamente inexistente. Nos perdemos por el laberinto que es la cabeza de Juan, un depresivo e incompetente personajillo que se deja llevar por el resto de personajes, engañándose y mintiéndose a sí mismo hasta la desesperación. 
Una lectura posible es que Juan sea el típico pringado que se enamora de una amiga/conocida (Meritxell), y a la espera de que le diga algo va introduciendose cada vez más en la locura y el absurdo.

      Personalmente, me parece que la película cumple muy bien con sus expectativas y aprovecha muy bien todos sus elementos. Conviene destacar aquí el hecho de que todo fue en parte obra del azar: los diálogos eran improvisados y los propios creadores no sabían muy bien como sería la obra completa, pues rodaban sin tener un guion fijo.
El resultado final de SFM es el de una película experimental sin pretensiones aparentes, hecha con el interés único de disfrutarla y con los recursos justos, que tampoco parecen importar mucho a sus autores. La fotografía es nula, lo cual es positivo para el filme, pues se hubiera convertido en el típico producto que se ve hoy en día (estéticamente muy cuidada, pero vacía en contenido).

Por otro lado, conviene mencionar la preocupación de que pueda ser fruto único de la casualidad y que estos cineastas no puedan llegar más lejos que con lo conseguido en SFM. La forma excesivamente despreocupada con la que hablan de su obra y de la que no saben explicar del todo, hace desconfiar bastante. También pueden parecer gratuitos muchos momentos de la película por lo desmesurado del humor que se usa. Un humor que se pasa de negro y que es siempre muy incómodo.
Estos inconvenientes que le encuentro a la película vienen casi siempre de ser una pieza tan extremadamente actual, ya que reduce así los recursos y elementos que podría tener la película. Pero, como ya comentaba en mi artículo de Trash Humpers, es cine experimental y suele no gustar a la mayoría; en este caso, como experimento es muy bueno y como película me ha parecido muy entretenida.

No quiero hacer spoilers de ningún tipo, pero solo diré que sobre la mitad de la película hay un gag visual tan sórdido, imprevisible y que se hace (muy) largo que hizo salirse de la sala a un par de  inocentes abueletes.

La música de Esteban Navarro (mitad de Venga Monjas, no presencial en el evento) le da a la película el atributo hipermodernista de la música electrónica en esta mareante rave de 50 minutos. La (bellísima) Sala Azcona de la Cineteca del Matadero de Madrid retumbaba con los contundentes bajos de este tan apropiado hardstyle que ha compuesto Navarro para SFM
Muchos solo conocen la faceta cómica de Esteban Navarro como parte de Venga Monjas, pero lo cierto es que es un músico bastante ambivalente. Ha compuesto todas las músicas que aparecen en los vídeos de Venga Monjas, unos vídeos con una carga musical primordial, así como la banda sonora de la inmensa mayoría de producciones de esta familia de cineastas de bajo presupuesto.

TEASER TRAILER DE SEARCHING FOR MERITXELL:



    
Dailos Cabrera Castro.

lunes, 9 de marzo de 2015

Roma o morte, las sutilezas esperpénticas de La Gran Belleza



      La grande belleza (2013), sexta película del director napolitano Paolo Sorrentino (Il Divo; Un lugar donde quedarse), es una obra de arte potente, hipnótica, sarcástica e infinitamente bella.  Se ha convertido, parar casi todos, en estandarte principal del nuevo cine italiano, y de los últimos años. Ha cosechado muy buenas críticas y buena acogida internacional, así como el Oscar a mejor película de habla no inglesa (siendo el décimo cuarto para Italia).

Sorrentino destila sensatez con su cine. La gran belleza es un ejercicio intelectual que requiere la máxima atención para apreciar todos los matices que contiene, pero con un contenido y tratamiento abarcable para casi todo el público adulto, paciente y ávido de cultura. La belleza plástica que el director de fotografía Luca Bigazzi aplica a la película es un elemento que llega a los límites del preciosismo y está presente en la totalidad del filme. Éste no se limita a presenciar los predecibles escenarios de gran belleza italiana, sino que también nos muestra las miserias de la sociedad desde un tono de humor negro muy sutil que se trasmite por medio de increíbles diálogos entre las grandes figuras culturales e intelectuales de una Roma situada en un futuro cercano, como se deja intuir en ciertos momentos de la película (véase la secuencia en la clínica de cirugía plástica "exprés").
      
      La gran belleza trata del inicio en la tercera edad de Jep Gambardella, periodista refutado y escritor de la que fue su única novela (El aparato humano), con la que adquirió notoriedad en el mundillo artístico romano. Gambardella se codea con la élite cultural romana y deambula sin rumbo entre sus historias, sus tristezas y sus muertes; una élite cultural bella y grandilocuente, pero que se droga, va de putas, es hipócrita y, sobre todo, esperpéntica. Gambardella es un personaje tranquilo y observador, que se pasea por sus rincones favoritos de Roma, ciudad que contempla desde su ático situado junto al coliseo y, como dice Jep: “rodeado de instituciones religiosas”, haciendo clara referencia con sorna a la cantidad de conventos e iglesias de toda Roma.

Nuestro protagonista se nos presenta muy sabio, muy querido por todos y muy cínico. Como ya apuntábamos anteriormente, el mensaje y tono de la película está muy bien llevado por unos diálogos escritos de manera muy cuidada, ingeniosos y sonoramente potentes; la cháchara y verborrea que tienen ciertos allegados a Gambardella tienen un punto de hipocresía desmantelada siempre por el protagonista, que mantiene una actitud pasiva frente a todos, que están desbordados por sus miserias y problemas, problemas que suele conllevar la vida, y que Jep ya ha asimilado. Sufre también, pero siempre lo vemos situado un paso por delante del resto, que se empeña en seguir engañándose a sí mismo. Impresionante el discurso que le suelta a Stefania, que remata con la conclusión perfecta para esta idea presente durante todo el metraje:
“Stefà. Madre y mujer. Tienes 53 años y una vida devastada. Como todos nosotros. Así que en lugar de darnos clases de ética y mirarnos con antipatía, deberías mirarnos con afecto. Estamos todos bajo el umbral de la desesperación. No tenemos más remedio que mirarnos a la cara, hacernos compañía, tomarnos el pelo”.
      
      Desde el comienzo, La gran belleza es atrapante a más no poder. Partiendo de una cita de Louis-Ferdinand Celine en Viaje al centro de la tierra, que anticipa bastante el mensaje de la película (con numerosas referencias sugerentes a grandes escritores clásicos, música culta y arte en general), Paolo Sorrentino nos empieza a deslizar grácilmente por los alrededores de la plaza Giuseppe Garibaldi, decorada con unos personajes mínimamente pintorescos que admiran las letras de Roma o morte de la estatua (otro guiño a Jep Gambardella, que vivirá en Roma casi toda su vida en busca de la gran belleza). El manejo ágil de la cámara en esta presentación del filme, endulzada con un clasicismo en la forma muy meticuloso y el elemento musical (tan importante siempre en el cine de Sorrentino) del coro de ópera que nos canta de un modo tan cautivador (y al que vemos), se unen causando en el espectador el síndrome de Stendhal: enfermedad sicosomática que produce el aumento del ritmo cardíaco, vértigo, confusión, depresiones e incluso alucinaciones cuando se es testigo de obras de arte, paisajes, cosas de gran belleza.

De esta escena de paz y belleza, pasamos al esperpento. La esperpéntica fiesta que Paolo Sorrentino nos brinda esta larga introducción es, quizá, la fiesta mejor rodada de la historia del cine. El montaje rítmico con ese Far l'amore de Raffaella Carrà (que lo hace todo más bellamente grotesco), esos planos fugaces de unos personajes variopintos que no dejan indeferente a nadie con su mera presencia y movimiento justo; rostros enigmáticos por su propia imagen brevemente flasheada en nuestras retinas, que aún tienen que procesar otro; pero ahora aparece una banda de mariachis y ambas músicas cuadran en ritmo a la perfección. La iluminación en esta secuencia también es de destacar, utiliza los recursos oportunos creando una fotografía única. La frenética marcha de esta fiesta se detiene de pronto en la infantiloide cabina de la stripper y vuelve otra vez al dance italiano y la gente borracha y gritando; otra vez pausa a un interior, diálogo; vuelta a la fiesta, llega Jep. Por medio de un ritmo caóticamente controlado, se nos ha presentado el submundo de la élite cultural romana, formado por los amigos de Jep Gambardella (y personajes principales y secundarios de la película). El resultado de todo esto es una escena musical sobresaliente con toques de humor, fantasía en cierto modo, y un mensaje muy potente y sugerente como guinda.

Este juego cambiante pero apropiado de ritmos, una caligrafía cinematográfica de los más moderna y versátil, que en ocasiones roza el capricho único del director, la inmensa variedad de texturas y colores con los que juega la película, y el uso primordial de la música de lo más diversa hace redonda la totalidad de la obra, que se enriquece de un trabajo actoral sublime por Toni Servillo (Jep Gambardella), actor fetiche de Sorrentino, lleno de matices y variedad de registros en un personaje increíblemente construido física y psicológicamente.

Nada es casual en La gran belleza, nada es gratuito. Todos los elementos están situados en el lugar preciso, conectados con los demás en su lugar correspondiente. Perfectamente hilado, huyendo de la linealidad en el relato, que ofrece un tratamiento mucho más ágil y también misterioso. El modo en que se presentan las secuencias, el cómo están ordenadas y sus transiciones está pensado de un modo realmente enigmático pero reconfortante.

La banda sonora es de lo más ambivalente. Paolo Sorrentino en cada una de sus películas demuestra que es un gran amante de la música y buen conocedor de música de todos los estilos. Es uno de esos directores que sabe qué canción o qué sonido va a la perfección con x momento de la película. En La gran belleza está la prueba, están cubiertos todos los registros que precisa el relato y el cine que pretende mostrar Sorrentino; tenemos arias de ópera, mambo, dance y cantautores italianos (por nombrar los más característicos).
      
     Reconozco que las comparaciones son odiosas, pero es este caso es inevitable hacerla La Dolce Vita. Paolo Sorrentino ya afirmó que no quería que se le comparase con Fellini, y sí, La gran belleza es una obra única y muy actual que tiene un texto original difícilmente comparable, pero es evidente que existen una serie de elementos formales, en el tratamiento, y ciertas ideas y conceptos que se reconocen en la película de Fellini.

Para empezar, Jep Gambardella es un periodista que fue escritor; Marcello Rubini es paparazzi y escritor. La dolce vita muestra los encuentros de Marcello Rubini con la élite cultural y artística de Roma, mostrando a unos personajes desmitificados de su grandilocuencia, desde una perspectiva de belleza y embelesamiento en la forma; La gran belleza muestra los andares de Jep Gambardella, un periodista que se codea con los artistas e intelectuales más notables de Roma y reflexiona sobre la belleza, la ciudad y sobre su vida. Las escenas de fiestas en sendas películas son de una similitud muy reconocible (presente está el gran logo luminoso de Martini en las dos); elementos exóticos y esperpénticos filmados mediante un formalismo preciosista muy enriquecedor.
     
      La crisis del artista, la frustración no manifestada de Jep Gambardella por no haber encontrado la gran belleza y vuelto a escribir otro libro; el devastador paso del tiempo, y como Gambardella va viendo morir a sus seres queridos y reflexiona sobre la vida y la nada; la belleza, tan presente y aparentemente obvia, pero ignorada por muchos; la corrupción, siempre presente en la sociedad italiana de Berlusconi; la religión, otro elemento primordial de la sociedad italiana y muy presente a lo largo de la vida de Gambardella y sus círculos; crítica al arte vacío, a la hipocresía de la clase alta intelectualoide, a la ignorancia en general; la literatura, mencionándose constantemente en los diálogos de estos personajes cercanos a ella, con referencias y homenajes de autores como Proust o Flaubert, entre otros. Estos son los temas más importantes tratados en La gran belleza, una película que abarca unas dimensiones tan grandes como su propio título.


“Viajar es útil, ejercita la imaginación. Todo lo demás es desilusión y fatiga. Nuestro viaje es enteramente imaginario. Ahí reside su fuerza. 
Va de la vida a la muerte. Personas, animales, ciudades y cosas, todo es inventado. Es una novela, nada más que una historia ficticia. Lo dice Littre, él no se equivoca nunca. 
Y además cualquiera puede hacer otro tanto. Basta con cerrar los ojos. 
Está en la otra parte de la vida”.
- Louis-Fedinand Céline (Viaje al centro de la noche)