jueves, 12 de marzo de 2015

SEARCHING FOR MERITXELL y la hipermodernidad del cine low cost español.

Searching for Meritxell (Burnin' Percebes; 2015)


      Searching for Meritxell es el estreno en (casi) largometraje de los cineastas barceloneses Burnin' Percebes, que presentaron en su ciudad el mes pasado y que este pasado viernes 6 de marzo hicieron en la Cineteca del Matadero de Madrid, donde pude disfrutarla. 
Tras la proyección de la película tuvo lugar un coloquio con los creadores del filme, Xavier Daura de Venga Monjas (actor en Searching for Meritxell), David Pareja (co-protagonista de la película) y Carlos Vermut (ganador de la Concha de Oro y Concha de Plata de San Sebastian por Magical Girl). 
Durante el coloquio, se proyectó en primicia el nuevo sketch de Venga Monjas, que aun no han publicado en Internet: The Room, el cual puedo valorar de pobre e insuficiente para los que son líderes de la vanguardia del humor en Internet, pero que despertó risas en la sala (lo cual no es fácil).

      Juan y Nando (Burnin' Percebes) son un dúo apadrinado por los Venga Monjas que, en clave de comedia, frecuenta youtube con sus cortometrajes experimentales cargados de humor absurdo y su webserie de animación al más puro estilo Adult Swim, parodiando la ya mítica Hora de Aventuras: Ventura Time (que ha logrado un público fijo y reconocimiento a pequeña escala).
Han rodado y presentado otras propuestas similares a Searching for Meritxell, siempre con la firma absurda del humor catalán que se lleva haciendo los últimos años en Youtube (Venga Monjas, Haciendo la mierda, Loulogio, etc.). 

Juan (Juan González) se encuentra perdido en una espiral de sexo, canibalismo e internet. Paula (Paula Ribó), su compañera de piso, Andrea (David Pareja), su conexión con el mundo real, y su obsesión con desmantelar una red de canibalismo serán los encargados de frenar su camino hacia una misteriosa Meritxell. Ópera prima del colectivo Burnin' Percebes, una pareja de cineastas catalanes que hace un cine de bajo presupuesto formado por diálogos improvisados y humor corrosivo, en este caso una comedia romántica donde no aparece la chica.
(FILMAFFINITY)

  Como es común en la práctica del cine low cost español de hoy en día, la película, de no más de 50 minutos de metraje, fue rodada en 11 calmados días repartidos a lo largo de un año; nadie tenía sueldo en el equipo, un equipo de amigos que se hacían favores a otros.

Dentro del mundillo del cine low cost español se suelen ver las mismas caras. De esta vanguardia barcelonesa de cineastas y cómicos en su mayoría, en Searching for Meritxell se pueden encontrar en su reparto a Juan González (mitad de Burnin' Percebes), al dúo cómico Venga Monjas, David Pareja (actor frecuente de Venga Monjas y de Pioneros del Siglo XXI), Miguel Noguera (ya a nivel de cameo) y un largo etcétera de nombres comunes entre estas producciones.

El evento del Matadero parecía una alfombra roja de la cara oculta del cine español, que venía a presenciar el último título de su desestructurada industria (a su favor). A parte de los titulares del coloquio, se pudieron ver allí caras conocidas como Miguel Esteban: cómico y guionista de El fin de la comedia (la costumbrista y ácida serie de Ignatius Farray, estrenada el pasado año por el canal de TDT Comedy Central), y de títulos tan conocidos como Museo Coconut y, más recientemente, el programa de LaSexta, El Intermedio. El cineasta Alejandro Pérez también acudió a la cita; quizá menos conocido, Alejandro Pérez ha trabajo en los efectos de todas la películas de Nacho Vigalondo, así como creando el videojuego de la película; a parte, ha escrito y dirigido cortometrajes bastante mencionados en el festival de cortos por antonomasia de todos estos realizadores: el Jameson NotodoFilmFest.

      Si tuviera que poner un ejemplo de una película que representara de un modo más claro el modernismo y el modo de hacer cine con una caligrafía, una trama y una simbología muy propia de la actualidad, esa sería Searching for Meritxell.
El trabajo presentado por Burnin' Percebes es el culmen de la postmodernidad, que ya ha logrado desbordarse del todo, dando paso a una hipermodernidad que se apoya en elementos únicos de nuestra actualidad, creando un relato únicamente disponible en su lectura para una generación. La generación de Internet, de los videos de Youtube, los nuevos formatos de consumo hiper-rápido como los Gifs o Vine, etc.
SFM tiene todo lo bueno de Internet y se aprovecha de lo malo de ello. Las mil y una referencias a la juventud actual son el motor de la trama, que no se termina por resolver. Incluso, llega a dar la sensación de que todo el filme es como una introducción. En general, se percibe una atmósfera de lo más extraña e incómoda, que no facilita el disfrute del espectador poco familiarizado con este lenguaje.

Meritxell, el engranaje central de la película, es un personaje prácticamente inexistente. Nos perdemos por el laberinto que es la cabeza de Juan, un depresivo e incompetente personajillo que se deja llevar por el resto de personajes, engañándose y mintiéndose a sí mismo hasta la desesperación. 
Una lectura posible es que Juan sea el típico pringado que se enamora de una amiga/conocida (Meritxell), y a la espera de que le diga algo va introduciendose cada vez más en la locura y el absurdo.

      Personalmente, me parece que la película cumple muy bien con sus expectativas y aprovecha muy bien todos sus elementos. Conviene destacar aquí el hecho de que todo fue en parte obra del azar: los diálogos eran improvisados y los propios creadores no sabían muy bien como sería la obra completa, pues rodaban sin tener un guion fijo.
El resultado final de SFM es el de una película experimental sin pretensiones aparentes, hecha con el interés único de disfrutarla y con los recursos justos, que tampoco parecen importar mucho a sus autores. La fotografía es nula, lo cual es positivo para el filme, pues se hubiera convertido en el típico producto que se ve hoy en día (estéticamente muy cuidada, pero vacía en contenido).

Por otro lado, conviene mencionar la preocupación de que pueda ser fruto único de la casualidad y que estos cineastas no puedan llegar más lejos que con lo conseguido en SFM. La forma excesivamente despreocupada con la que hablan de su obra y de la que no saben explicar del todo, hace desconfiar bastante. También pueden parecer gratuitos muchos momentos de la película por lo desmesurado del humor que se usa. Un humor que se pasa de negro y que es siempre muy incómodo.
Estos inconvenientes que le encuentro a la película vienen casi siempre de ser una pieza tan extremadamente actual, ya que reduce así los recursos y elementos que podría tener la película. Pero, como ya comentaba en mi artículo de Trash Humpers, es cine experimental y suele no gustar a la mayoría; en este caso, como experimento es muy bueno y como película me ha parecido muy entretenida.

No quiero hacer spoilers de ningún tipo, pero solo diré que sobre la mitad de la película hay un gag visual tan sórdido, imprevisible y que se hace (muy) largo que hizo salirse de la sala a un par de  inocentes abueletes.

La música de Esteban Navarro (mitad de Venga Monjas, no presencial en el evento) le da a la película el atributo hipermodernista de la música electrónica en esta mareante rave de 50 minutos. La (bellísima) Sala Azcona de la Cineteca del Matadero de Madrid retumbaba con los contundentes bajos de este tan apropiado hardstyle que ha compuesto Navarro para SFM
Muchos solo conocen la faceta cómica de Esteban Navarro como parte de Venga Monjas, pero lo cierto es que es un músico bastante ambivalente. Ha compuesto todas las músicas que aparecen en los vídeos de Venga Monjas, unos vídeos con una carga musical primordial, así como la banda sonora de la inmensa mayoría de producciones de esta familia de cineastas de bajo presupuesto.

TEASER TRAILER DE SEARCHING FOR MERITXELL:



    
Dailos Cabrera Castro.

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